Cada vez que llueve, tanto este campo de fútbol como la calle principal por la que tiene acceso el instituto, se convierten en unas piscinas inmensamente grandes, tanto, que en la entrada al instituto, el agua pasa por encima de la acera, y no podemos evitar darnos un buen chapuzón cada vez que pasamos por allí.
Un saludo para todos: Medus
Es todo cierto, y me parece muy, pero que muy mal todo lo que está pasando